

Entrevista realizada a la Dra. Marina Benitez Demtschenko, Presidenta de la Fundación, sobre el vacío legal respecto del hostigamiento y acoso virtual, y la imperiosa necesidad de su regulación, para el portal Infosecurity News.
Hay una característica común en todos los ciberdelitos y en todos los países del mundo y es que las víctimas casi nunca denuncian y de esta forma los sistemas judiciales se quedan sin herramientas para combatirlos. Pero en este caso y con nuestra entrevistada de hoy no ocurrió, no sólo denunció sino que hoy está impulsando modificaciones legislativas en Argentina para las víctimas de Acoso Virtual.
Nuestra legislación en materia de ciberseguridad y delitos informáticos tiene un incipiente tratamiento a partir de la Ley 26388, sancionada en el año 2008 (Ley modificatoria del Código Penal que defiende los derechos que tuvieran relación con el Bien jurídico de la información y los datos personales).
Abre la brecha por primera vez a la tipificación de conductas dañosas como delitos, pero resulta insuficiente para abarcar otras conductas de tinte delictivo que se perpetran en el mundo online, por ejemplo condena fraudes, accesos indebidos a sistemas de datos, engaños y estafas; pero deja afuera la protección de los derechos personalísimos de los particulares en el día a día, sobre todo en lo atinente a las relaciones interpersonales.
El concepto de nuestra Constitución Nacional -todo lo que no esta prohibido, esta permitido- en el mundo online se presta para multiplicidad de actos lesivos, que hoy son impunes porque no existe “delito” cuando el Código Penal no lo prevé como tal.
Hoy en día el Código Penal no sirve como la herramienta de persecución y condena de esta nueva oleada de daños y lesiones a derechos ataques que se cometen a diario en las redes sociales y portales online y de quienes cualquiera puede resultar víctima.
La propuesta, a partir de mi nefasta experiencia personal y mi profesión de abogada, se basa en la actualización de ciertos aspectos de nuestro sistema legal para que esté preparado para abarcar, contemplar y receptar una era digital que ya no escapa a cada habitante de nuestro territorio.
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“El acoso virtual y todo lo que no esta prohibido, esta permitido”